El Instituto de la Función Registral (IFREM) colecta
botellas de PET y sus tapitas en todas sus oficinas y centros de atención al
público en el Estado de México con el fin de donarlas para apoyar a niños con
cáncer.
Hasta ahora, el IFREM ha realizado tres donaciones que
suman un total de 600 kilos de PET y 900 kilos de tapitas; en promedio, los
centros de reciclaje pagan 400 pesos por cada 100 kilos de estos materiales.
“Nos dimos cuenta que en el IFREM teníamos un área de oportunidad
en la recolección de tapitas y de PET; nos conformamos por 19 oficinas
registrales, el Archivo General de Notarías y una Dirección general, esto se
traduce en cientos de personas consumiendo líquidos diariamente en nuestras
instalaciones y, en su momento, arrojando los envases a la basura”, dijo Tania
Lugo, Directora general del IFREM.
En lugar de ir a la basura, el IFREM ha instalado
contenedores para acumular este material, el cual es recolectado por vehículos
de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC), que las vende
para obtener recursos para apoyar a niñas, niños y adolescentes que reciben
tratamiento en hospitales del centro del país y a sus familias.
“La campaña ‘Reciclando y Ayudando’ tiene el objetivo de
ayudar a AMANC, para que AMANC brinde ayuda integral a niños con diagnóstico de
cáncer, esta ayuda se convierte en estancia privada, alimentación, transporte
digno, programas de desarrollo humano y talleres para los papás”, explicó Kenia
Cristóbal, Directora de Procuración de recursos de la Asociación.
Lo que AMANC obtiene por la venta del material le permite
brindar servicios a las personas que llegan a su casa, ubicada en Magisterio
Nacional #100, Col. Tlalpan, en la Ciudad de México, donde tienen capacidad
para atender hasta a 30 familias.
“Sí es un beneficio, pero no para ayudar a un niño, sino
para ayudar a todos los niños que llegan aquí a AMANC con sus familias, para
darles un servicio de calidad y calidez humana”, agregó Kenia Cristóbal.
Para el IFREM la satisfacción es doble, pues además de
ayudar a AMANC, protegen el medio ambiente promoviendo el reciclaje entre su
personal y con los usuarios de sus servicios en toda la entidad.
“Realmente nos sentimos muy satisfechos, no sólo porque
estamos contribuyendo para el tratamiento de niños y niñas con cáncer, sino
porque además estamos evitando que esos envases, que ese PET llegue a la basura
y contamine”, concluyó la titular del IFREM.
La colecta de tapitas es permanente y los depósitos están
ubicados a la vista del público para que cualquiera pueda contribuir con esta
causa.
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