Jocotititlán,
Estado de México. Considerado por instituciones de investigación como la unidad
más productiva de todo el país, el Centro Acuícola de Tiacaque, en Jocotitlán,
Estado de México, trabaja día y noche por entregar organismos de la mejor
calidad y de forma gratuita a los acuacultores mexiquenses.
El Centro Acuícola de Tiacaque es uno de los
tres centros acuícolas que dependen de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario
(Sedagro) y es ahí en donde se colabora de forma constante para que el Estado
de México sea considerado como una de las primeras 15 entidades sin litoral que
más pescado producen.
Con casi 20
mil toneladas de pescado al año, el Estado de México, ocupa los primeros
lugares a nivel nacional con la producción de 10 mil 210 toneladas de carpa y 4
mil 701 toneladas de trucha con 4 mil 701, entre otras especies.
Gracias al
trabajo que se realiza en el Centro Acuícola de Tiacaque es que los productores
mexiquenses logran esos volúmenes en la producción de carpa.
Es entre
los meses de marzo y agosto cuando se inicia el proceso de selección de los
organismos más adecuados para realizar la reproducción y desove; tras un
trabajo de redeo en los estanques se seleccionan a las carpas adultas más
adecuadas para la fecundación.
Los machos
sus características deben ser de piel dura o rasposa al tacto y que al apretar
la zona genital salga un poco de semen.
“En el caso
de los machos tenemos que ir seleccionando los que ya vayan teniendo
posibilidades de ser más viables para el desove analizando sus características
externas, los que tengan las mejores características son los que se ocupan para
la reproducción.
“Para el
caso de las hembras, las que tengan un vientre más voluminoso, blandito al
tacto y la zona genital enrojecida, son sus características externas, que nos
dan la pauta para seleccionar entre una viable y una no viable”, explicó
Gerardo Ontiveros López, Jefe del Centro Acuícola de Tiacaque.
Una vez
seleccionados los organismos adecuados, son trasladados a la zona de
reproducción en donde se juntan a los machos y a las hembras para iniciar el
cortejo.
En el caso
de las carpas la fecundación es externa, ya que mientras el macho las estimula
ellas sueltan huevecillos que se sincronizan con la expulsión de semen de los
machos para fecundarlos.
Una vez
fecundados, los huevecillos se adhieren a las redes que han sido dispuestas
alrededor de los estanques destinados para la fecundación y la reproducción. En
24 horas, estas redes con los huevecillos serán trasladadas a la zona de
incubación.
En seis
estanques recientemente renovados en diseño y tecnología, los huevecillos son
dispuestos de acuerdo con su maduración; gracias a este nuevo ambiente en la
zona de incubación se obtienen en aproximadamente 20 días alrededor de 15
millones de alevines más vigorosos, sanos y resistentes.
Los
alevines recién nacidos ya pueden ser entregados a los productores con esa
talla, para que los acuacultores los siembren en sus presas, jagüeyes o
estanques controlados.
Cabe señalar
que entre más pequeño sea el alevín tiene mayor capacidad de adaptación y
supervivencia en su nuevo hábitat. Al alevín le toma alrededor de tres semanas
para adquirir la talla de cría joven.
La
alimentación es muy importante en todas las etapas de la vida de las carpas, ya
que como el proceso de crecimiento en el Centro Acuícola de Tiacaque es
intensivo, es a través del alimento rico en proteína y carbohidratos como se
logra el sano crecimiento de los organismos, cuya dieta se complementa con la
flora natural de los bordos en los que se depositan.
“En su
medio natural la carpa es un pez omnívoro que se alimenta de lo que encuentra
en el medio, en el estanque, en la presa, en la laguna; pero aquí, como se
trata de sistemas intensivos tenemos que proporcionar alimentación extra, que
en este caso es alimento peletizado, dependiendo de la talla de los organismos
es el tamaño del alimento que se les proporciona”, señaló Gerardo Ontiveros.
Finalmente,
en la zona de estabulación y empaque es donde se confinan a los peces que irán
a entregarse a los productores de municipios como Acambay, Valle de Bravo,
Almoloya de Juárez, Villa Victoria y Amanalco, sólo por mencionar a las
localidades con mayor actividad acuícola.
Ahí los
productores se encargarán de la siembra de sus organismos, mismos que gracias a
la capacitación que proporciona el personal de Sedagro los productores logran
obtener al cabo de seis o siete meses, crías de aproximadamente 300 gramos para
la venta y el consumo en diversas ramas de la industria pesquera, restaurantera
y gastronómica.
Publicar un comentario