Toluca,
Estado de México. En atención a uno de los principales propósitos del Gobierno
del Estado de México, la Secretaría de Cultura, por medio de su Unidad de
Género, organizó el ciclo de conferencias “Perspectiva de género en la cultura y
el deporte”, para fomentar entre las y los servidores públicos una cultura de
igualdad.
La
especialista Marcela Reynoso compartió con las y los asistentes las tres etapas
relacionadas al “Ciclo de la violencia de género”, las cuales son comunes en
las relaciones familiares, aunque poco perceptibles debido al desconocimiento
de las mismas.
La ponente
comenzó por ejemplificar las palabras cariñosas que todas y todos optamos para
nombrar a un ser querido, tal es el caso de “chaparrita” o “flaco” que, aunque
suena amable y proviene del ser amado, puede generar incomodidad en la persona
que lo recibe, pues enfatiza cualidades que lastiman su autoestima.
Tras
escuchar los conceptos y ejemplos, el público manifestó experimentar algunas de
estas microviolencias y posterior a ello, con la charla de la especialista,
conocieron las tres etapas del ciclo de la violencia.
La primera,
denominada “Tensión” es cuando hay comentarios, actitudes y expresiones que
agreden a la pareja, pero que pasan de largo; la segunda es “Incidente agudo”
cuando al poner límites se juzga de exageración o de extrema sensibilización,
en ocasiones usando la frecuente y mal usada frase “está en sus días”, en esta
misma pueden existir agresiones físicas fuertes.
La tercera
etapa es “Luna de miel”, llamada así porque después de toda la violencia y daño
ocasionado la persona que agrede se muestra sensible, pide disculpas y hace
obsequios.
Estos
hechos no determinan la culminación de la agresión, porque en breve volverán a
la etapa uno; posteriormente a la dos y en ocasiones, ya no hay tercera ya que
se acaba con la vida de las víctima.
Con estas
reflexiones se invitó a las y los presentes a poner límites cuando se sienta
incomodidad con las palabras o hechos de su pareja y los exhortaron a ser
observadores de estas conductas y eliminarlas de nuestras convivencias diarias
para acabar con este ciclo.
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