• Se
reincorporaron más de 200 mil elementos operativos y especializados para
atender a los sectores económicos que se reintegraron a esta etapa
• Esta
“Nueva Normalidad” tiene una premisa compleja pero inevitable: avanzar en
solidaridad hacia una recuperación económica en la que la prioridad sea
preservar la salud y evitar una crisis social
Ciudad de
México.-Los efectos de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 para las
empresas del sector de la seguridad privada ha sido muy relevante, sin embargo,
a partir de la ruta de reactivación económica iniciada este 1 de junio hacia la
nueva normalidad, las Agrupaciones de Seguridad Unidas por México (ASUME) y las
32 organizaciones nacionales e internacionales que la conforman, prevemos una
recuperación paulatina del 1% mensual, en los próximos 2 años.
El reto
para las empresas de seguridad privada ha sido mayúsculo, pues al ser
decretadas como actividad esencial por el Gobierno Federal, debió adecuar y
superar el estándar de sus propios protocolos de seguridad e higiene ya
establecidos, aumentando con ello los gastos de operación en alrededor del 33
por ciento, al mismo tiempo que se debieron soportar pérdidas cercanas al 25
por ciento, aproximadamente.
La
industria de la seguridad privada reincorporó a más de 200 mil elementos
operativos y especializados (35 por ciento de la fuerza total, integrada por
más 600 mil elementos a nivel nacional), para atender a los sectores que se
reintegraron a partir de este lunes 1º de junio, a la nueva etapa de reactivación
gradual de actividades.
La mayoría
del estado de fuerza del personal de seguridad privada siguió en operación
durante la Jornada Nacional de Sana Distancia, en el resguardo de aquellas
industrias y sectores que desde el inicio de la pandemia fueron decretadas como
esenciales. En todos ellos, la seguridad privada ha tenido una participación
activa y responsable.
Ahora hemos
participado en plena coordinación con las autoridades de los 3 ámbitos de
gobierno para ejecutar la estrategia de reactivación gradual y progresiva que
permitió reabrir sectores económicos muy importantes para nuestro país como son
la minería, la industria automotriz y aeroespacial, la fabricación de
transporte, manufactura de autopartes, venta de bicicletas y producción de
cerveza, entre otros.
En la
industria de la seguridad (integrada por cuerpos de seguridad, custodios de
mercancías, traslado de valores, alarmas y video-vigilancia, rastreo satelital,
control de acceso biométrico y analógico, blindaje, entre otros) nos adaptamos
rápidamente con resultados muy favorables de reconversión, al instalar comités
de crisis, adecuar procesos y trabajar de manera coordinada con nuestros
clientes para cumplir con la continuidad del negocio y con la operación de
nuestras propias empresas.
Así,
mientras la población se resguardaba responsablemente en sus hogares, nosotros
permanecimos firmes en nuestros puestos de trabajo, haciéndonos cargo del
patrimonio e inversión de las empresas y de la tranquilidad de los hogares.
Cerramos filas con las autoridades federales y estatales para brindar seguridad
a aquellos sectores que se consideraron vitales desde el inicio de esta
emergencia sanitaria.
A su vez,
seguimos al pie de la letra los protocolos que nos marcaron los Lineamientos
Técnicos de Seguridad Sanitaria en el Entorno laboral, atendiendo todas las
medidas de protección que solicitaron la autoridad federales y estatales de
Salud y del Trabajo, para proteger a los colaboradores en situación de
vulnerabilidad con determinadas condiciones o características de salud más
propensas a desarrollar una complicación o incluso la muerte por COVID-19.
Ahora la
industria de la seguridad privada, que se ha mantenido sin dejar de operar ni
un solo día durante la presente crisis sanitaria provocada por el Covid-19,
retornó al lado de sus clientes a "la Nueva Normalidad" con los más
altos estándares en la ejecución de protocolos de seguridad e higiene.
Por último,
en ASUME consideramos que esta nueva normalidad tiene una premisa compleja pero
inevitable: avanzar en solidaridad hacia una recuperación económica en la que
la prioridad sea preservar la salud y evitar una crisis social. Por ello, la
industria de la seguridad privada estará, como siempre al servicio de los
sectores productivos, para que juntos asumamos el reto de reactivar la
economía, mantener los empleos y seguir creando valor en favor de los mexicanos
y de su bienestar.
Atentamente
Lic. Armando
Zúñiga Salinas.
Coordinador
General
Agrupaciones
de Seguridad Unidas por México (ASUME)
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