Para
quienes conocimos a Benito Bahena y Lome, es difícil decirle adiós al líder, al
jefe de trabajo, al camarada, al compañero, y sobretodo, al amigo. El ambiente sindical para algunos, es duro,
para otros, se convierte en parte primordial de la supervivencia laboral y al
mismo tiempo, se transforma en un ambiente familiar. En ese sentido, pocas veces se encuentra todo
en una persona, así fue Benito Bahena, un jefe que supo ser amigo y un líder
que siempre veló por mantener unida a la gran familia tranviaria y por mejorar
las condiciones de trabajo de sus compañeros.
Desde
luego, nunca faltará quien opine distinto, “los negritos del arroz”, siempre
los hay hasta en las mejores familias. Sin embargo, si algo es digno de
reconocer en el otrora, Secretario General del Sindicato de la Alianza de
Tranviarios de México (ATM), es como líder sindical, su actuar con legalidad y
congruencia.
En los
albores electorales de 2015 en la Ciudad de México, la ATM comenzó a vivir lo
que sería una lucha titánica en lo que más tarde se conocería como un periodo
de transición política de la llamada izquierda nacional, hoy día, 4T. El tema superó los límites de una casual
contienda por la representación sindical; con matices de traición y guerra
sucia, Bahena enfrentó a los amantes de la usurpación, opresión laboral y el
despojo, personajes como Eugenio Rangel García quien se autonombró Secretario
General sin la correspondiente toma de nota, Eduardo Venadero Medinilla en ese
momento Director de Servicios de Transportes Terrestres (STE), Héctor Serrano
Cortés a cargo de la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) y el propio Miguel Ángel
Mancera, Jefe de Gobierno de la Gran Tenochtitlán.
Pocos
conocen la historia detrás de lo que hoy es la ATM gracias a la valiente
dirigencia de su Secretario General, acaecido ayer lunes 16 de noviembre de
2020. Irónicamente, se cuentan por miles quienes disfrutamos de su legado, es
decir, los citadinos y foráneos que usamos el trolebús como medio de transporte
en la ciudad capital.
En aquella
época, mientras que “los rangeles” hacían de todo para asegurar una dirigencia
que no les correspondía, Benito Bahena se encargaba de emprender una campaña
para salvar al trolebús de la extinción, producto del maquiavélico proyecto que
Héctor Serrano le llamaría “Ciudad Eléctrica”. Es así que, con el
#SalvemosAlTrolebús, se dio a conocer el verdadero trabajo del sindicato de
tranviarios, que más allá de pugnar por mejorar las condiciones laborales de
sus agremiados, tuvo el tino de buscar para la ciudad, un transporte económico,
sustentable y amigable con el medio ambiente.
Aunque
Eugenio Rangel y Héctor Serrano tenían como padrino al entonces diputado Iván
Texta, abanderado del sol azteca, no lograron coaccionar a los trabajadores del
STE para atentar contra su propia fuente de trabajo, al menos no a la cantidad
suficiente para sostener dentro de un “comité central interino” a un
“secretario” que siempre mintió sobra la toma de nota, la misma que, la Junta
Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) ratificó en favor de Benito Bahena y
Lome, en agosto de 2015, y emitió, una resolución en la que negó la toma de
nota al grupo de Eugenio Rangel García y Eugenio Rangel Rojas. Definitivamente no fue posible desestabilizar
a todo un sindicato y “luego a ver qué pasa”.
Pero, ¿por
qué el encono contra el Comité Central Ejecutivo de la ATM con Bahena a la
cabeza, también se maquilaba desde el titular de la SEMOVI? Pues debido a que
Héctor Serrano Cortés, un personaje oculto en la movilidad de la ciudad, miró
una amenaza a sus intereses invertidos en la ilegalidad con la que operan hasta
hoy día, empresas como Uber y Cabify.
Para Serrano lo importante era someter a todas las uniones y flotillas
de taxis de la ciudad y al mismo tiempo, incrementar el transporte público, con
autobuses de baterías, sin pensar en dónde y cómo terminarían los tranviarios y
sus familias, ni la contaminación a futuro por el desecho de las baterías.
Como
capítulo de Los Caquitos, entre los rangeles eran constantes las
contradicciones; mientras don Eugenio juraba que “ya merito” le daban la toma
de nota; Serrano solapaba una
competencia desleal entre taxistas y plataformas digitales como Uber y Cabify,
y hacía declaraciones ante la prensa sobre la inminente desaparición de lo que
él llamo, “un transporte viejo”, que inevitablemente representaba desmantelar
los 205 kilómetros de cableados que soportan el paso de este medio de
transporte y por supuesto, dejar sin sustento (en ese momento), a los 2500
trabajadores y sus familias, o sea, eliminar de facto la materia de trabajo de
los tranviarios. Mientras que, por su parte, el director general del STE,
mencionaba la idea poner en marcha “el doble de rutas que actualmente cubre el
trolebús” –total, como decían una cosa, decían otra-. Por cierto, Mancera nomás dejaba que Serrano hiciera
gala de “ser” el jefe, sin serlo.
Finalmente,
después de enfrentar a quienes intentaron desaparecer al trolebús, el
Secretario General de la ATM Benito Bahena, vio los frutos de tan ardua labor,
el 24 de julio de 2020, llegaron a la cdmx, 15 trolebuses para completar la
flotilla de 80 unidades, así como el primer trolebús articulado, de los 50
esperados y así en fechas posteriores entre septiembre y octubre; al respecto
señaló –“agradecemos a la Jefa de
Gobierno, Claudia Sheinbaum, por “Salvar al Trolebús” en nuestra CDMX en
beneficio de la sociedad y felicitamos al Ing. Guillermo Calderón, Director del
STE”; en referencia al corredor cero emisiones “Eje Central”, con las nuevas
unidades Yutong y una ruta de 36.6 km., con 95 paradas que transporta a más de
66 mil usuarios diariamente en condiciones normales. Además, la reapertura de
la línea Villa de Cortés, un logro más de la “Campaña Salvemos al Trolebús” y
del Proyecto “Sistema Integral de Transporte Eléctrico para la Ciudad de
México”.
Con Benito
Bahena Y Lome al frente del sindicato de la ATM, se logró conservar el empleo
de los tranviarios, renovar unidades y reaperturar líneas. Bahena fue un
guerrero con temple de acero, forjado al calor de sus detractores, apostando
siempre a que las verdades caen por su propio peso y esos trolebuses azules,
nuevos, que vemos circular en la ciudad de México, son la mejor prueba del
trabajo de la ATM y del liderazgo de Benito Bahena. Descanse en paz.
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