Ya lo dice el viejo y conocido refrán “del dicho al hecho, hay mucho
trecho” y en palabras del mandatario mexicano, se cumple a cabalidad. De tal manera que los datos incómodos en
México, para quien hoy duerme en Palacio Nacional, siguen siendo la otra
historia, la de la mano negra, la del cuento del terror que atenta contra la
buena voluntad, la misma con la que fue ideada y pretende ser instaurada, sí o
sí, la 4T.
En calidad de mientras, narco mantas, embolsados, enfrentamientos
sangrientos entre el crimen organizados y las fuerzas armadas, las
desapariciones forzadas, los homicidios dolosos, los feminicidios y todo eso
que arroja cifras como que en México, para el primer trimestre de este 2019, el promedio de asesinatos por día fue de 93 personas, según los datos
ofrecidos datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional
de Seguridad Pública.
Luego entonces eso de “pórtense bien”, pedido que hace el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, pues como que no
cuadra con las escenas dantescas detrás de los enfrentamientos. Muy seguramente
en los SEMEFO de las distintas entidades federativas estarán de acuerdo con que
la fórmula, buena voluntad y guerra de cárteles, son como agua y aceite, nomás
no se llevan.
Sin embargo, como pedir que los narcotraficantes se porten bien no es
suficiente, el titular del Ejecutivo Federal, exhortó a los delincuentes a que
recapaciten, que lo hagan por sus madrecitas, que se fijen en lo mucho que las
madres sufren por los hijos, ¡los hijos de María Morales ha de ser!
Inevitablemente surge una pregunta ¿y los que no tienen madre? Ah
bueno, ni tardo ni perezoso, en Tamaulipas, durante un discurso en el patio del Hospital
Rural Soto la Marina del IMSS, López Obrador insistió –“Que
se vaya al carajo la delincuencia. ¡Fuchi!, ¡Guácala! Es como la corrupción:
¡Fuchi! ¡Guácala!”
Total que los malosos están muertos de miedo,
y para dejar constancia de tal, un levantón masivo en Guerrero, dio cuenta de
por lo menos 53 personas torturadas y asesinadas en las inmediaciones de Santa
Teresa, suceso que por supuesto las autoridades locales y estatales de la entidad, niegan rotundamente. Aseguran que se trata de una broma de mal gusto, una "fake news"
Lo que no es broma, ni chiste colorado y
tampoco un meme, es que las familias de la región conocida como "tierra caliente" desde hace mucho
padecen un cáncer llamado guerra, indiferencia e impunidad.
“Palo dado ni Dios lo quita” o, "entre paisanos te veas"
Por
citar un ejemplo, en el sexenio del gobernador René Juárez Cisneros, trascendió
que Guerrero servía a las mafias, especialmente a Arturo Beltrán Leyva (ya
finado), y el entonces gobernador lo tenía en casa Guerrero. Pero remontándose hasta el año de
1980, se sabe que ya estaban las corporaciones policiacas vendidas a la
delincuencia e inmersas en la corrupción, de este modo se entiende cómo es que Arturo
“El Negro” Durazo (por cierto, paisano de Alfonso Durazo) siendo un simple policía, con el Presidente José López
Portillo obtuvo el grado de General y este señor empezó a dejar la Dirección de
Seguridad Publica en manos de la delincuencia.
Esta
reseña, sale a colación para quien defiende al ‘santo oficio’ presidencial,
bajo el argumento de que “todo eso es producto de malos gobiernos anteriores”,
cierto, pero eso ya lo sabemos hasta el cansancio, y no es pretexto para que
nuestro presidente se salga por la tangente y ofenda a las fuerzas armadas del
país y permita más humillaciones.
¿Es
lamentable? Sí por supuesto, ya que por si usted apreciado lector no se ha dado
cuenta, estamos bajo un esquema de terrorismo. No se le puede llamar de otra
manera, porque ver a las fuerzas armadas humilladas, golpeadas y secuestradas,
da a pensar que como sociedad, estamos en la vil indefensión.
Que el
tema de la corrupción y la delincuencia no es nuevo, totalmente de acuerdo, no
es particular de este sexenio, sin embargo, tal parece que, el actual presidente
no tiene empacho en fingir demencia y hacer recomendaciones por demás ridículas
como "Pórtense bien, háganlo por sus madrecitas" y últimamente la
burla "Fuchi, guácala, la delincuencia es como la corrupción"
"que se vaya al carajo".
Este tipo
de declaraciones pueriles, resultan obscenas para las familias que son y que
somos víctimas de este terrorismo que goza de gloria a través de la narco política
enquistada en nuestro país desde hace tiempo y que clarito se ve, que en estos
años no cambiará mucho.
Es
una lástima que un proyecto tan ambicioso, sea el reducto de una ocurrencia,
donde ese sueño de transformación se convierte en una mentira, una que deriva
en crímenes de lesa humanidad.
Sea pues,
desde ayer
y hoy, estamos aliviados.
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