En el marco
del Día Nacional del Maíz, José Dolores López Barrios, secretario general de la
Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos “José Dolores López
Domínguez (CIOAC-JDLD) informó que a dos meses de concluir el sexenio de
Enrique Peña Nieto, las metas de producción, sobretodo, en el caso de granos y
oleaginosas fueron inalcanzables y todo resulto un artilugio del gobierno para
ocultar lo que realmente sucedía.
El líder
campesino expresó, que de acuerdo al sexto informe de gobierno, la producción
de maíz para el año 2017 fue de 27 millones 762 mil 481 toneladas, en tanto,
que las importaciones fueron de 15 millones 326 mil 770. “La meta de producción del 2018 resultó
también una ilusión. Dado que las importaciones de este producto en el 2013 fue
de 7 millones 153 mil 033 toneladas y para el 2017, ya alcanzaban más de 15
millones de toneladas”.
Con lo que
advirtió que la dependencia alimentaria de maíz en el sexenio aumentó. “La
sumatoria de la producción más las importaciones nos dan un total de 43
millones 089 mil 251 toneladas y si restamos a esta cifra las exportaciones, el
consumo de Maíz en México, es de casi 41 mil 500 toneladas”.
Por lo que
resaltó que a lo largo de estos seis años, la producción de este grano presentó
una taza de crecimiento de casi 26 por
ciento, en tanto que, las importaciones registraron una tasa de crecimiento del
61 por ciento. “El gobierno se propuso una meta que no alcanzo, ya que las
importaciones como se observa fueron creciendo fuertemente”.
Agregó que
la dependencia alimentaria en el caso del maíz es del 35.5 por ciento. Por
ello, si el gobierno de Andrés López Obrador se plantea como meta la
autosuficiencia alimentaria tendrá como reto eliminar este coeficiente de
dependencia, sobretodo, en granos y oleaginosas (maíz, frijol, trigo, arroz,
sorbo y soya). “En algunos de ellos, llegamos a tener una dependencia hasta del 95 por ciento y
otros en los que solo requeríamos importar el 25 por ciento para satisfacer
nuestro consumo nacional como es el caso del maíz”.
Puntualizó
que el tema de la reducción de la dependencia alimentaria es crucial para el
campo mexicano y su gente, ya que reducirla implica más producción interna,
menos compras en el exterior, más trabajo y más desarrollo rural, justamente
donde está el grueso de la población de escasos recursos del medio rural y más
del 90 por ciento de las pequeñas unidades de producción.
Indicó que
algo similar ocurre con el trigo, cuando la meta esperada era de 3 millones 600
mil y la producción fue de 3 millones 500 mil; es decir, 2.67 por ciento menos
de lo esperado; o el frijol, que el objetivo en el 2018, eran un millón 300 mil
toneladas, mientras que la producción fue de un millón 183 mil; es decir, 8.9
por ciento menos.
En el caso
del sorgo eran 8 millones 200 mil toneladas, mientras que la producción fue de
4 millones 853 mil 110 toneladas. Con una diferencia de 3 millones 346 mil 890
toneladas.
Por
lo que, el líder campesino subrayó la urgente necesidad de reorientar las
políticas con el objetivo de producir internamente los alimentos que
importamos, a partir de una mayor participación de las pequeñas unidades de
producción, de la economía campesina y familiar.
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